Shuji Terayama
Por; David Molinero Pérez
Iconoclasta, proscrito, genio, terrorista, pornográfico y grotesco, Terayama Shuji (1935-1983) ha sido descrito con estos términos y muchos más. Es sin duda, uno de los grandes autores de la posguerra en Japón y uno de los dramaturgos y directores más dotados y polémicos.
Durante el curso de su vida, su trabajo incitó el escándalo, el ultraje e incluso la violencia. Solo a partir de su muerte hace más de ve
inte años, ha sido considerado un héroe de culto en Japón. Los miembros del teatro internacional de Japón y multitud de cineastas y videoartistas aún continúan adorándolo y maldiciéndolo.
inte años, ha sido considerado un héroe de culto en Japón. Los miembros del teatro internacional de Japón y multitud de cineastas y videoartistas aún continúan adorándolo y maldiciéndolo.Fue el representante de la “avant garde” japonesa, escritor, y director. Sin duda, uno de los artistas creativos más productivos y provocativos de Japón.
Nació el 10 de diciembre de 1935, hijo único de Hachiro Terayama y Hatsu Terayama en la ciudad de Hirosaki, en la prefectura japonesa norteña de Aomori. Su padre murió al final de la Guerra del pacífico en Indonesia en septiembre de 1945. A la edad de nueve años, su madre se trasladó a Kyushu para trabajar en una base militar americana mientras que él fue a vivir con sus parientes a la ciudad de Misawa, también en Aomori. En esos momentos, Terayama vivió los ataques aéreos de Aomori que mataron a más de 30.000 personas.
En todas sus obras están las ruinas de la identidad personal y nacional como consecuencia de las bombas de Hiroshima, de la ocupación y de las demostraciones contra-Americanas de los años 60, los acoplamientos paradójicos entre la nostalgia, el funcionamiento y la posmodernidad japonesa. La teoría de Japón como “madre-centro de la cultura”, la cual consolida enlaces de gran alcance como el amor-odio hacia la madre y las demás hembras, las herencias y las prácticas artísticas que atan a Terayama (y lo separan) al vanguardismo internacional y las tradiciones rurales japonesas de su juventud.
Finalizó sus estudios de secundaria en Aomori en 1951, y en 1954 entró en la prestigiosa Universidad de Waseda, facultad de educación, para estudiar lengua y la literatura japonesa. Sin embargo, pronto fue expulsado porque se sentía enfermo de síndrome neurótico.
Consiguió pagarse su educación trabajando en los bares de Shinjuku en Tokyo. Su obra consiste en un número de ensayos que alegan que puede aprenderse más sobre la vida a través del boxeo y las apuestas en las carreras de caballos que atendiendo en la escuela y estudiando duramente. Un buen ejemplo de esto es su obra “Tirad lejos vuestros libros, corred por las calles”. A pesar de cargar con el trauma de la guerra Shuji Terayama se convirtió en una de las figuras centrales del movimiento artístico en Japón a finales de los años 60.
En 1967, Terayama formó Tenjo Sajiki, una compañía de teatro que toma el nombre de la película francesa de 1945 “Les Enfants du Paradis“, que puede ser traducido como “niños del cielo”, aunque tiene un significado similar a la expresión inglesa “la galería del cacahuete”1. La compañía se dedicó al vanguardismo (avant-garde) y efectuó un buen número de polémicas actuaciones que abordaron los temas sociales desde una perspectiva iconoclasta. Entre sus actuaciones más destacadas están “Bluebeard”, “Sí” y “El crimen de Fatso Oyama”.
También participó dentro del grupo Tenjo saijiki, el artista Tadanori Yokoo, que diseñó muchos de los carteles publicitarios para el grupo. Musicalmente, Terayama trabajó de cerca con el compositor experimental J.A. Seazer y músico folk Mikami Kan. Simultáneamente continuó desarrollando su obra poética y literaria lo que le hizo merecedor del premio “Tanka Studies Award”. Terayama experimentó con su obra de 1967 “La ciudad juega”', un tipo de funcionamiento fantástico basado en una sátira de la vida de cada día y de su propio civismo implícito.

Así mismo, dentro de 1967, Terayama comenzó a trabajar con el cine experimental. Su primera galería se llamó la “gravitación universal”. Todavía al día de hoy se exhibe, de hecho, en Misawa, como centro de archivo y recurso. El “Terayama Shuji, Pasillo conmemorativo”, que tiene una gran colección de sus juguetes, novelas, poesías, fotografías, gran número de sus efectos personales y las reliquias de sus producciones del teatro, se pueden también encontrar en Misawa.
Terayama publicó casi 200 trabajos literarios, y alrededor de 20 cortos y películas integrales. Mientras trabajaba su arte en muchos géneros, Terayama consolidó sobretodo sus papeles como trickster y forastero, animando a las juventudes para rebelarse contra la convención social. Su compañía de teatro, Tenjô Sajiki, fue un asilo para los artistas del estallido, los travestís, los enanos, los artistas de circo, y los actores talentosos. Su estilo dirigiendo fue tan idiosincrásico que se pensó que sus trabajos no se podrían retomar después de su muerte. Sin embargo, el contenido provocativo de sus obras continúa resonando para muchos artistas japoneses de hoy. Directores internacionalmente renombrados tales como Yukio Ninagawa o Toshio Matsumoto han producido nuevas versiones de sus obras dentro y fuera de Japón. Se casó con Kyoto Kujo, co-fundadora de Tenjo Sajiki, pero se divorciaron más adelante, aunque continuaron trabajando juntos hasta la muerte de Terayama en el 4 de mayo, 1983 de cirrosis en el hígado.
Sus trabajos dentro del cine experimental fueron:
* Lago seco (juventud furiosa) (1960)
* ¡Tirad lejos vuestros libros, corred por las calles! (1971)
* Salsa de tomate del emperador ketchup (1972)
* Muerte en el país (“Escondite pastoral”) (1974)
* El laberinto (1975)
* Boxeador (1977)
* Tercera base (1978)
* Frutas de la pasión (1981)
* El laberinto de la hierba (1983)
* El Arca de despedida (1985)
